Una de las cosas que se echan en falta en las instalaciones de Windows que llevan algún tiempo funcionando es la rapidez con que Windows se cerraba cuando se instaló. En los peores casos, los segundos de entonces se han convertido en minutos y resulta un tanto desesperante aguardar a que el sistema se tome todo el tiempo que necesita para cerrarse correctamente. El retraso radica en aplicaciones que no liberan recursos al cerrarse. Windows intenta una y otra vez descargar el perfil del usuario, hasta que se convence de que no puede hacerlo y decide cerrarse.
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http://www.kriptopolis.org/node/2553
12 julio 2006
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